La traición sabe a decepción. Lo sé muy bien. Puede ser propia o no, pero el engaño hiere en mayor y menor medida a los dos.
Quién siente más dolor? Quienes mienten o quienes descubren la verdad? Algunos aseguran que son los segundos quienes orillan a los primeros a proceder con deslealtad.
¿Cuántas veces te han roto el corazón? ¿Cuántas veces lo has superado? ¿Lo has superado? ¿Te han roto el corazón? O ¿has sido tú quién ha lastimado y dañado al amor?
La infidelidad carcome sentimientos, destroza ilusiones, nutre de odio al corazón y llena de resentimiento el alma.
Gritar, llorar, maldecir y mandar todo a la chingada… Respirar, conservar la calma, recapacitar y seguir adelante.
La traición sabe a decepción, ni mas ni menos. Lo sé muy bien.
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